Según datos de la Consejería de Agricultura, Ganadería, Pesca y Desarrollo Sostenible, se estima que la producción de cítricos de Huelva superará las 612.000 toneladas en la campaña 2021/2022, cifra que supondría un incremento del 15,7 % con respecto al año anterior (529.000 t) y que la sitúa como la segunda provincia andaluza que más produce, solo por detrás de Sevilla. Buena parte de esta fruta se exporta a países como Alemania, Francia o Portugal. Para ello, hay que cumplir con los elevados estándares de calidad del mercado, lo que supone realizar una correcta gestión del control de plagas.
Por eso, la empresa moguereña SP Soluciones Agrícolas y su proveedor de insectos auxiliares Bioplanet han organizado una charla sobre control biológico de plagas en cítricos en las instalaciones del Centro Tecnológico de la Agroindustria Adesva, a la que ha asistido medio centenar de técnicos procedentes de las principales empresas del sector.
Además de las exigencias del mercado, Juan Antonio Ávalos, técnico de Bioplanet Ibérica que ha impartido la charla, ha reseñado otras razones por las que apostar por el control biológico en cítricos, a saber: la desaparición de algunas materias activas por las prohibiciones europeas y la ineficacia de otras muchas por la resistencia de las plagas a las mismas, a las que se une el cambio en las condiciones climatológicas, ya que “las temperaturas más elevadas provocarán que las plagas tengan ciclos durante más tiempo porque conseguirán desarrollarse en momentos del año que antes no se desarrollaban”.
Ávalos ha hecho un repaso por las principales plagas que atacan a los cítricos, caso de pseudocóccidos, piojo rojo, arañas rojas, pulgones, eutetranychus, trips y mosca blanca. De todas ellas ha hecho un recorrido por su ciclo biológico, la sintomatología que revela su presencia en los cultivos, su dinámica estacional y el control biológico de cada una de ellas. Entre los insectos auxiliares utilizados para luchar contra estas plagas y mitigar sus consecuencias, el técnico de Bioplanet ha hablado sobre Cryptolaemus montrouzieri, Anagyrus vladimiri, Amblyseius andersoni, Phytoseiulus persimilis o Aphytis melinus, entre otros.
Pero Juan Antonio Ávalos no solo ha hablado sobre el llamado control biológico por inundación, sino también sobre el control biológico por conservación, que consiste en propiciar que aparezca de manera espontánea la entomofauna, muy importante en cítricos y a la que hay que cuidar. Para ello, hay que utilizar tratamientos menos agresivos, con materias activas compatibles con la fauna auxiliar, y hacer un correcto cuidado del suelo. De ahí que su recomendación final haya sido la de apostar por un control integrado, que consiste en saber encajar todas las herramientas de las que se disponen para controlar las plagas que puedan aparecer.