A los 17 años aprovechaba las horas libres de instituto para descargar camiones de plástico agrícola y ganarse así algo de dinero. Despuntaba de tal manera que las ofertas de trabajo no tardaron en llamar a su puerta. Casi 30 años después, es gerente de SP Soluciones Agrícolas, una empresa afincada en Moguer que ya suma 14 trabajadores. Pedro Écija nos cuenta cómo la puso en marcha y cuál es el secreto de su crecimiento.
¿Cómo nace SP Soluciones Agrícolas?
SP Soluciones Agrícolas nace en el año 2007 fruto de la propuesta que recibí por parte de un fabricante de tarrinas inglés que necesitaba instalarse en Huelva para la distribución de sus envases en la provincia.
¿Te habrías lanzado a este negocio si nadie te hubiera hecho una propuesta como la que recibiste?
Probablemente no. Siempre había trabajado por cuenta ajena, me he encontrado bien allá donde he estado y nunca había necesitado tener mi propia empresa para sentirme realizado. He ocupado puestos de responsabilidad en los que he tenido la oportunidad de tomar decisiones, por lo que siempre he estado cómodo trabajando por cuenta ajena.
En diez años, SP Soluciones Agrícolas ha pasado de estar formado por dos personas a contar con 14 trabajadores. ¿Cómo se ha producido esta transformación?
Antes de crear mi propia empresa, ya llevaba muchos años en el sector de los servicios agrícolas. Desde que empecé a trabajar a los 17 años en él hasta hoy, he conocido a muchas personas relacionadas con la agricultura, tanto a nivel nacional como internacional, que han ido lanzándome propuestas de otras líneas de negocio como, por ejemplo, los insectos auxiliares o los productos residuo cero. Yo he ido aceptando las propuestas que más me han atraído y eso entraña incorporar personas al equipo, que poco a poco se han ido uniendo a la familia de SP Soluciones Agrícolas para dar respuesta a las necesidades que conlleva la inclusión de nuevos servicios.
¿Cuál es el secreto del continuo crecimiento?
La constancia y, sobre todo, el servicio que ofrecemos. Este sector necesita productos de calidad, pero en su debido momento. De nada sirve tener el mejor producto si no llega cuando se necesita. Y SP Soluciones Agrícolas tiene unos buenos productos, un buen servicio y en el momento adecuado.
¿Cómo ves a tu empresa dentro de otros diez años?
El 50 % de mi empresa soy yo y mis inquietudes, pero el otro 50 % es mi equipo. Y viene empujando fuerte. Yo lo que quiero para los próximos diez años es que nos posicionemos como referentes en el sector agrícola de la provincia de Huelva y nos estabilicemos en el mercado. No creo que debamos seguir creciendo a la velocidad que lo hemos hecho hasta ahora, sino que nos adentramos en un proceso de estabilización con clientes y proveedores. Aunque sí intentaremos ganar algo de fuerza ya que mi deseo es que cuando un agricultor tenga una necesidad, SP Soluciones Agrícolas sea uno de los primeros nombres que le venga a la mente como empresa que puede cubrirla.
¿Qué te han enseñado estos casi 30 años de trabajo en el sector agrícola?
El agrícola es un sector próspero, pero también muy duro y exigente. Eso me ha enseñado a trabajar con constancia y a ser humilde. Porque cada campaña, el temporizador se pone a cero y volvemos a empezar, con nuevos problemas y con nuevos retos.
Si no te hubieras embarcado en el sector de los servicios agrícolas, ¿en qué te habría gustado trabajar?
Teniendo el mar tan cerca, quizás en temas náuticos. Pero es algo que nunca me había planteado porque no sé hacer otra cosa que no sea dedicarme en cuerpo y alma a mi trabajo de toda la vida.
¿Qué hace Pedro Écija cuando no está trabajando?
Trato de desconectar de la presión existente en mi sector escapándome en busca de la naturaleza y buscándome también a mí mismo. Intento mantener mi mente despejada para poder hacer frente a la llegada de una nueva campaña.